Acompañar desde la confianza, no educar desde el miedo

Hoy, platicando con una amiga que me pedía algunos consejos para iniciar homeschooling, logré articular una idea que ha estado en mi cabeza por mucho tiempo, pero no había logrado poner en palabras.

Hablando de crianza, de maternaje, que es lo que me apasiona, hay muchas voces de influencers o expertos allá afuera que me generan un rechazo interno instantáneo. En el fondo, nunca había podido expresar por qué, a pesar de que expresan los mismos conceptos de crianza consciente o buscar lo mejor para los hijos, libres de patrones heredados…

Hoy descubrí que no es lo que dicen, sino cómo lo dicen. Todas estas voces apelan al miedo para hacerte llegar a algo: “Las consecuencias devastadoras de las pantallas en los niños”, “Cómo la ausencia paterna marca para siempre”, “Los errores que cometes sin saberlo y que dañan la autoestima de tu hijo”… Ya sabes el estilo de mensaje al que me refiero, ¿no?

Exactamente esa sensación de urgencia constante, como si cada decisión fuera irreversible, como si hubiera una fórmula perfecta que, si no sigues al pie de la letra, condenarás el futuro de tus hijos. No puedo evitar rechazar esa manipulación emocional disfrazada de “información valiosa”.

Recuerdo una vez que una mamá me escribió después de leer uno de esos artículos sobre límites: “Yendi, creo que ya arruiné todo. Mi hijo tiene 8 años y recién me doy cuenta de que he estado haciendo todo mal”. Esa frase me partió el corazón, porque ¿sabes qué? Esa mujer no había arruinado nada. Era una madre amorosa, consciente, que simplemente estaba aprendiendo – como todas nosotras.

Ahí entendí algo crucial: el miedo paraliza, pero la confianza transforma. Cuando una madre actúa desde el terror de “no estar haciéndolo bien”, esa ansiedad se transmite directamente a sus hijos. Irónicamente, esos mensajes que prometen “proteger” el bienestar infantil, terminan creando madres más ansiosas y, por tanto, ambientes familiares más tensos.

Yo no quiero apelar al miedo de una mamá, que de por sí ya está cargando con culpas, para impulsarla a tomar una acción específica. Quiero que encuentre paz en su camino sabiendo que lo está haciendo lo mejor que puede y que cada día aprende algo nuevo.

Mi filosofía es simple: acompañar desde la confianza en lugar de educar desde el miedo. Porque una madre en paz cría hijos en paz. Y esa paz no viene de hacer todo “perfecto” – viene de saberse acompañada, de confiar en su intuición, y de entender que el amor consciente es un proceso, no una meta que se alcanza de una vez por todas.

Cada vez que escribo o converso con una madre, hay una pregunta que guía todo lo que digo: ¿cómo quiero que se sienta cuando termine de leerme o cuando termine nuestra llamada? Quiero que respire profundo. Que sienta que está bien donde está. Que sepa que no tiene que ser perfecta para ser una excelente madre. Quiero que se vaya con herramientas, sí, pero sobre todo con la certeza de que ya tiene dentro de sí todo lo que necesita para cuidar y amar a sus hijos.

Porque al final del día, no se trata de seguir la fórmula correcta. Se trata de conectar contigo misma para poder conectar genuinamente con ellos.

Soy Yendi, y mamá de 3 homeschoolers, autora de Mujer Plena, Mamá Feliz y fundadora de Love-U. Coach certificada que disfruta acompañar a mujeres hacia una maternidad consciente y feliz. Combino formación técnica, experiencia real y un enfoque que honra tanto la intuición como la neurociencia, libre de fórmulas y juicios.

Lo que dicen las mamás

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“Creo en la capacidad que tienes de encontrar tus propias respuestas.”

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